Grupo Niche: 40 ruedas de romance, sabor y nostalgia

Álex Torres, Luis Araque y Alejandro Íñigo son las voces principales de este colectivo salsero que acaba de publicar el álbum “40”. Hablamos sobre esta producción musical con los protagonistas.

“Voy a cantar canciones viejas, las que cantaba papá, las que tantas veces le escuché silbar, las que tantas veces le escuché silbar, las que desde niño le oía cantar a papá”. Es un fragmento de Canciones viejas, uno de los cortes del álbum 40, con el que se conmemoran cuarenta años de vida musical del Grupo Niche, sin duda una de las agrupaciones de salsa más importantes del mundo. Al escucharla, en la voz de Álex Torres, de inmediato se genera una emoción particular, pues su letra, entrañable, tiene un poder evocador y una nostalgia que han sido sellos de este colectivo, integrado hoy por quince músicos, que nació bajo la tutela de Jairo Varela hace cuatro décadas.

Es una larga historia, con mucho prestigio en el universo musical, con talentos que durante todos estos años han ido enriqueciendo un repertorio de más de 300 canciones, que han puesto a bailar, enamorarse y reflexionar con sus letras a varias generaciones. Este panorama antecede a 40, un producto que tenía que estar a la altura de esta institución de la salsa.

“La grabación fue bastante dispendiosa. Nos tomó más dos años. Grabamos en cinta, buscando ese sonido análogo, más natural. Se grabó la percusión y la armonía en Puerto Rico. Los metales, en un estudio de Miami, y las voces, en Cali. Un álbum que tiene nueve cortes con distintas temáticas, que la gente ha recibido con muchísimo cariño y eso nos tiene felices”, relató el vocalista Álex Torres.

El Grupo Niche, durante cuarenta años, ha sacado discos variados y exitosos que están en la memoria colectiva: Al pasito, Huellas del pasado, Cielo de tambores y Prueba de fuego, entre muchos otros. Todos con canciones siempre dispuestas tanto para bailadores como para quienes quisieran sentarse a escuchar una buena historia.

“El maestro José Aguirre (director artístico del grupo) logró encontrar ese balance entre la poesía, lo que ha sido el Grupo Niche, con sus letras magníficas, además el sentimiento en los arreglos y esa sabrosura particular. No todas las canciones son alegres como para la rumba, hay otras que son netamente para dedicar. El álbum está bien nutrido, muy bien surtido, tiene de todo un poco”, dijo Alejandro Íñigo, otro de los cantantes.

Por su parte, refiriéndose a este tema, Álex Torres precisó: “Las canciones (Soltero, Búscame, Cuarenta ruedas, Canciones viejas, Mis panas, Algo que se quede, Happy viche, Vivencias y Cosas bonitas) las hizo José Aguirre especialmente para este disco. Tenía claro el sonido, ya que trabajó por más de dos décadas al lado del maestro Jairo Varela, y quería que el álbum 40 estuviera a la altura de la celebración. De hecho, ahora se han sumado más nichistas que disfrutan del nuevo material”.

Esta producción también se destaca por la inclusión de sonoridades ricas en tradición a través de artistas invitados. La incorporación de la marimba de chonta, instrumento fundamental del sonido del Pacífico colombiano, estuvo a cargo de Hugo Candelario González, así como el aporte de Alfredo de la Fe con su violín que, entre otros, nutrieron el álbum.

Son muchas las canciones, ya consideradas clásicos, que el Grupo Niche les ha brindado a sus seguidores. Temas como Cali pachanguero, Cómo podré disimular, Duele más, Una aventura, Lo que diga el corazón y Ana Milé, entre tantas otras, son muestra del legado musical de la agrupación.

“Jairo Varela le dio identidad, le dio el sonido al salsero colombiano; marcó un hito, sentó un precedente, hubo un antes y un después”, añadió Luis Araque, otra de las brillantes voces del colectivo.

Álex Torres coincide con sus compañeros en que la identidad ha sido un aporte muy importante del Grupo Niche a la historia reciente de la música colombiana. Sobre esto agregó: “La salsa colombiana tiene un sonido particular y eso se lo inventó el maestro Jairo Varela. Alguien puede escuchar y comparar su sonoridad con la salsa boricua, cubana, de Nueva York o de Venezuela, y el sonido de la salsa colombiana es bastante particular, y eso nace de la forma que tenía el maestro Varela de hacer música”.

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