El cantautor colombiano Silvestre Dangond vuelve por la puerta grande para revolucionar otra vez el universo de la música vallenata con un “álbum soñado”, inspirado en el amor, que refleja otra manera suya de ver la vida.
El artista, nacido en 1980 en Urumita, localidad del departamento caribeño de La Guajira, a unos 45 kilómetros de Valledupar, la capital mundial del vallenato, y ganador de dos Grammy Latinos, presenta hoy “’Ta Malo”, su álbum de estudio número 15, del cual habló en una entrevista con EFE desde Miami (EE.UU.).
“Siempre me enfoqué en este álbum en el amor. Yo lo declaré antes de escoger la primera canción (…) dije: ‘el próximo álbum que grabe lo voy a hacer con base en el amor’, y las canciones me comenzaron a llegar y, parece mentira, todas hablaban de amor, de reconciliación, de pretendientes, de estar enamorado”, afirma.
El título de esta producción, asegura, es la respuesta a sus críticos que, cuando saca un nuevo álbum, dicen que está malo (’Ta Malo) y por eso “esta vez les di gusto y me les adelanté”.
El padre del “silvestrismo”, como se le llama a la pasión de sus seguidores, asegura que en este trabajo, grabado con dos acordeonistas, Rubén Darío Lanao Jr. y José Juan Camilo “Morocho”, y para el cual compuso tres canciones, es la unión de “muchas inspiraciones” porque “los compositores se volvieron cómplices de mis deseos” para cantarle al amor.
Una oportunidad de la vida
Canciones como “Esa mujer es mía”, que define como “una historia para creer en el amor siempre”; “Tu pretendiente”, que “tiene un poder de manejar la mente muy fuerte”, o “La vallenata”, compuesta por el mismo Silvestre, en la que narra su vida, son algunas de las 15 composiciones del álbum.
“Cuando los artistas son puros, reales, siempre quieren expresar algo en sus álbumes. Cada vez que yo voy a grabar un álbum siento que es una oportunidad que me está dando la vida, el universo, la naturaleza, para poder expresar lo que yo tengo por dentro”, dice.
Según explica, “La vallenata” nació de una inspiración repentina cuando la producción ya estaba prácticamente lista y por eso “fue la última canción que entró al álbum”.
“Prometí que iban a ser 14 canciones solamente, pero a la música no se le puede decir que no y más con una ‘estaca’ de canción como esta. Esta es la canción con la que se van a identificar muchos silvestristas porque conocen mi historia”, expresa.
Consciente del fenómeno musical en que se convirtió, incluyó “El vallenato es Silvestre”, una composición de Everardo Armenta con notas altas del acordeón que se refiere al artista “cuya vida es cantar” como “la alegría de la gente” y a este ritmo como “un orgullo nacional”.
Sin embargo, su preferida es “La cometimos”, sobre una aventura amorosa de la que afirma: “Esa canción tiene algo especial para mí” porque su estructura musical le dio tanto trabajo que acabó “enamorado de ella”.
Regreso a Valledupar
Con este álbum, Silvestre regresará el próximo 10 de noviembre al Parque de la Leyenda Vallenata en Valledupar para dejarse caer en los brazos de sus seguidores con un concierto que marcará su regreso al templo de este género musical después de cinco años y tras haber anunciado en diciembre pasado su retiro.
“Yo sé que no ha sido fácil en estos últimos años por la metamorfosis, por muchas cosas que han pasado en mi vida. Hace cinco años, desde el 2018, cuando hice (el álbum) ‘Esto es vida’ no volví a revolucionar a Valledupar”, tras lo cual tuvo una desconexión y “por eso tomé la decisión de parar”, afirma.
En ese periodo, Silvestre se aventuró a lanzar el año pasado “Intruso”, un álbum de música urbana con acordeón, experiencia que define como “un accesorio” para diversificar su portafolio musical.
“Mi esencia está clara (…) eso es un accesorio que le agregué a mi carrera, pero mi esencia es imposible cambiarla”, dice y agrega: “Lo que hago, lo hago a propósito, lo hago sintiendo, nunca lo hago porque me lo dicen al oído, porque la disquera me obliga, todo lo hago convencido”.
El artista asegura que a pesar de la fama y el éxito, mantenerse en la cima no es fácil y por eso está ansioso ante el reencuentro con su público.
“Yo sé que el silvestrismo está esperándome con los brazos abiertos; estoy lleno de expectativas, no ha sido fácil el regreso. Cualquiera cree que esto es, como decimos nosotros, ‘soplar y hacer botellas’, y no, no ha sido fácil”.