Junior 3 Deportes Tolima 0 junior hacia la estrella de diciembre, en la final de la Liga BetPlay 2025-II

Esto es fútbol y la historia no se ha acabado de escribir, faltan 90 minutos en Ibagué. Pero este viernes, Junior de Barranquilla dejó casi sentenciada la final de la Liga 2025-II, con una victoria contundente, que pudo ser más amplia, contra un desconocido Deportes Tolima, a casa llena en el estadio Roberto Meléndez, en su último partido en esa cancha antes de la remodelación a la que será sometido el escenario el próximo año.

Los antecedentes hablaban de que a Barranquilla llegaba el mejor visitante del campeonato, un equipo que ganó nueve de sus 13 partidos anteriores por fuera de Ibagué y que además tenía (y, a pesar de lo de este viernes, aún la sigue teniendo) la mejor defensa del campeonato.

Nada de eso juega a la hora de disputarse una final: Junior le dio una paliza al Tolima en el primer tiempo. No habían pasado cinco minutos cuando un brillante pase de Guillermo Paiva encontró terriblemente mal parada a la defensa visitante. José Enamorado ganó metros, llegó al área, hizo un primer enganche que casi manda a Junior Hernández a la pista atlética y luego otro a Brayan Rovira para quedar de frente al arco y colgar la pelota en un ángulo. ¡Golazo!

Antes del partido hubo muchísimo humo y muchísima pólvora. Luego del primer gol aparecieron otra vez las bengalas y el juego se tuvo que parar unos cinco minutos. Tolima hasta lo agradeció, porque Junior iba a seguir de largo. El visitante tuvo una pequeña reacción y tuvo una opción clara para empatar, un cabezazo de Adrián Parra que el portero Mauro Silveira logró atajar, un balón que pegó en su mano, luego en el poste y volvió a él.

Los cuatro minutos brillantes del Junior para pasar a golear

El último tramo de la primera etapa, otra vez, fue de Junior, que, en cuatro minutos, del 36 al 39, puso tierra de por medio en el marcador. En el 2-0, Paiva, un ‘9’ que sabe jugar de ’10’, fue el socio para que Bryan Castrillón armara una pared con él y cayera al área para definir a la salida de Neto Volpi.
Tolima quedó expuesto, regalando la espalda, y a los 39, Didier Moreno metió otro pase profundo para Enamorado, que esta vez no necesitó enganchar: picó la pelota por encima del arquero. Los libros de historia mostraban, en ese momento, que la última vez que un equipo se iba a descanso con un 3-0 a favor en un partido de ida de una final de Liga fue en 1998, el triplete de Víctor Bonilla, jugando para el Deportivo Cali, contra Once Caldas.
Lucas González hizo dos cambios luego del terrible primer tiempo de su equipo. Hernández, comprometido en todos los goles, y Rovira dejaron la cancha para la entrada de Samuel Velásquez y Sebastián Guzmán. Y a los 59, en el local, Teófilo Gutiérrez entró por Guillermo Paiva.

La expulsión que sentenció el primer juego de la final

Dos de esos jugadores que entraron fueron protagonistas de una de las acciones capitales del partido, cuando Tolima aguantaba para no recibir más goles: Guzmán, que es de sangre caliente, se dejó provocar de Teo y le metió un cabezazo en el círculo central, sin la pelota en juego. Tarjeta roja cantada. No es la primera vez que lo echan en una final. Hace un año le pasó en Ibagué, pero jugando para Atlético Nacional.
Ya Tolima tenía un dilema: o aguantaba el 3-0 o intentaba conseguir un golecito para minimizar daños tras la expulsión. Optó por la segunda: González sacrificó a Parra y rearmó su zona de recuperación con el ingreso de Cristian Trujillo. Junior perdió a Bryan Castrillón, por un problema muscular, pero el que entró por él, Joel Canchimbo, tuvo una clarísima, un remate a quemarropa que exigió a Neto Volpi. Y al final ‘Tatay’ Torres, que había entrado poco antes de la roja a Guzmán, casi logra el tanto del descuento.
Tolima aguantó como pudo, pero esa diferencia de tres goles puede ser determinante a la hora de entregar la estrella de diciembre. Junior jugó su mejor partido del semestre y su rival tuvo una de esas noches que los hinchas quieren olvidar rapidito.

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