Los rojiblancos volvieron a sufrir una frustración en una plaza con altitud al caer 1-0 ante , en Tunja. Cristian Martínez Borja anotó el único tanto. Anularon dos jugadas de gol al equipo de Reyes.
Más allá de si el árbitro Wílmar Roldán y el VAR acertaron sancionando fuera de lugar en las dos jugadas de gol de Junior, la de Víctor Cantillo en el primer tiempo y la de Emanuel OIivera en el último minuto del juego, Junior perdió 1-0 ante un modesto Patriotas FC, este viernes en el estadio La Independencia, de Tunja, porque se fue difuminando como equipo con el transcurrir del cronómetro y con las sustituciones, que en vez de mejorar el funcionamiento, lo desbarajustaron.
El equipo rojiblanco, que había tenido un primer tiempo aceptable, con manejo del balón, serenidad en defensa y más opciones para anotar que su rival, fue incapaz de descifrar el planteamiento ultraconservador que asumió su adversario con el 1-0 a su favor.
La etapa inicial fue controlada por Junior, pero Patriotas se encontró con el gol de la ventaja. Aunque ‘el Tiburón’ sostenía el balón, lo tocaba y procuraba profundizar con unos precisos pases largos de Emanuel Olivera y Víctor Cantillo, el local rompió el celofán en una afortunada acción de Cristian Martínez Borja.
El ex tiburón, con todo y sus enormes limitaciones técnicas, se las arregló para recibir un pase de taquito, voltearse y sacar, al borde del área, un sorpresivo remate que venció a Jefferson Martínez. El vallecaucano ya había agarrado, minutos antes, una bola suelta en las narices del cancerbero y había rematado sin contundencia, pero en la segunda acción sí resultó certero.
El gol fue injusto por el trámite del juego y un baldado de agua fría para Junior, que había dominado y generado opciones para abrir el marcador, incluso alcanzó a hacerlo con un disparo de Víctor Cantillo que superó los guantes gelatinosos de Juan Valencia, pero el software del VAR señaló un microscópico fuera de lugar de Edwin Herrera en la jugada previa.
Wílmar Roldán, después del festejo de los ‘Tiburones’, cuando se esperaba que se reanudara el juego, anuló el tanto de Cantillo.
Junior había hecho méritos para ponerse en ventaja porque jugaba seguro, sin padecimientos en su portería y trabajando por hallar los espacios para explotar a sus hombres de ataque. Aunque Roberto Hinojoza no aparecía mucho por la derecha, lo que hacían Chará por el centro, Herrera y Caicedo por izquierda, y, sobre todo, Cantillo con su batuta, parecía suficiente, pero faltó dar el golpe.
Chará no atinó a propinarlo en un par de opciones que se le presentaron, en ambas definió muy arriba, la primera tras un gran pase de Bacca y la segunda luego de un centro de Herrera.
En el segundo período, Junior fue una mosca en una ventana, que rebotaba empecinado en pasar la barrera de once hombres sin chispa, sin imaginación y sin exactitud.
Hubo exceso de toques intrascendentes, falta de movilidad, de habilidad, de jugadas preparadas para aprovechar la pelota quieta y carencia de remates desde fuera del área. Solo Cantillo lo volvió a intentar y esta vez sí encontró las manos de Valencia como obstáculo.
A pesar de todas esas falencias, había la posibilidad y la esperanza de gol ante un oponente endeble, que no amenazaba con su contraataque y que se dedicaba única y exclusivamente a defenderse. Nada más.
Pero no se encontraron soluciones en la cancha ni en el banco. José Enamorado entró tan apagado como estuvo Hinojoza y la sustitución de Marco Pérez por Yéferson Moreno desordenó y enredó a Junior.
No había claridad sobre los pasos a seguir para avanzar al área contraria, varios jugadores evidenciaban desgaste y se dejaron unos espacios que Patriotas se vio obligado a intentar explotar. De no ser porque el contrincante realmente es manso y por las oportunas intervenciones de Herrera, que fue de lo rescatable de Junior, Jermein Peña y Jefferson Martínez, se hubiera presentado un segundo gol anfitrión.
Los otros tres cambios, realizados a los 85 minutos, fueron tardíos, teniendo en cuenta que se jugaba en la altitud de Tunja y había que refrescar, y tampoco resultaron revulsivos. Albornoz, Berrío y Bocanegra no alcanzaron a pesar.
Al final, con el último aliento, Emanuel Olivera logró un agónico gol que representaba un empate para maquillar la frustración de un tercer triunfo consecutivo, que era el objetivo, y la floja presentación del segundo tiempo, pero Roldan nuevamente, tras revisar en el VAR, consideró que hubo posición adelantada de Marco Pérez.
¿Hubo offside en las dos jugadas de gol de Junior?… Lo que está muy claro es que Junior sigue ‘en fuera de lugar’ en la altura.